Tipos de Vitamina C: funciones y beneficios

La vitamina C es una vitamina antioxidante esencial para la salud corporal y es especialmente importante para mantener una piel sana. También conocida como ácido ascórbico, la vitamina C es hidrosoluble.

Vitamina C

Mucho se ha hablado de las propiedades y de la necesidad de tomar vitamina C. Si bien existen estudios más o menos fiables que discrepan enormemente en la dosis recomendada, todos están de acuerdo en que una deficiencia puede provocar problemas tales como resequedad, gingivitis (inflamación de las encías), encías sangrantes, piel áspera y reseca, dificultad en la  cicatrización de heridas, facilidad para la formación de hematomas, sangrados nasales, debilitamiento del esmalte dental, dolores e inflamaciones articulares, anemia y disminución de la capacidad para combatir infecciones entre otras.

Su nombre científico, ácido ascórbico, proviene de su capacidad de prevenir y curar el escorbuto, una enfermedad que conocían muy bien los marineros que viajaban a la conquista y colonización de América, lo que les hacía consumir grandes cantidades de limones.

Propiedades de la vitamina C

Sin embargo, no fue hasta 1928 cuando se descubrió como tal. Entre sus propiedades encontramos que ayuda al desarrollo de los dientes, encías y huesos, favorece la absorción de hierro, el crecimiento y reparación del tejido conectivo (las moléculas de la piel necesitan de ella para unirse), la producción de colágeno, la metabolización de grasas, la cicatrización de heridas e igualmente evita el envejecimiento prematuro, facilita la absorción de otras vitaminas y minerales, evita las enfermedades degenerativas como la arteriosclerosis, el cáncer y el alzheimer, las afecciones cardíacas y refuerza el sistema inmunológico.

Se trata de una vitamina esencial, es decir, que el organismo no la produce y debe ingerirse, pero son muy pocos los animales para los que es necesaria, entre ellos los monos antropoides, el ruiseñor chino, ciertos murciélagos frugívoros y el ser humano.

¿Cómo tomamos la vitamina C?

Se oxida con rapidez, por lo que no se recomienda tenerla expuesta en su forma natural al calor, el aire o el agua, ya que pierde gran parte de sus propiedades. Como contraindicaciones, tenemos la posible acidificación de la orina que puede facilitar la formación de cálculos, y que un exceso de ella, al no ser acumulable, provoca diarrea que remite cuando el exceso se ha eliminado. Por ello conviene que la toma en personas con enfermedades intestinales como crohn, diverticulosis o colitis ulcerosa sea evaluada por un profesional.

Las dosis recomendadas varían entre los 40 mg al día de la Food Standards Agency del Reino Unido, hasta los 200 mg al día propuestos por Robert Cathcart, el cual proponía que se debía ingerir cada día un gramo más que el anterior y cuando se produjera la diarrea bajar un gamo. De esa manera encontraríamos la dosis máxima que puede necesitar cada persona.

Es de destacar la proposición de la Fundación para la Vitamina C, que propone hasta 300 mg al día para ciertas enfermedades y los 18 mg al día propuestos por el premio nóbel Linus Pauling, cuyos estudios le llevaron a declarar que un aporte continuo y adecuado de vitamina C puede alargar la vida entre 12 y 18 años (él murió a los 93). Incluso hay estudios que indican que una dosis de 300 mg al día han alargado la vida a las personas que la tomaron en detrimento de quienes no lo hicieron. Actualmente sigue abierto el debate a éste respecto.

Esta vitamina la podemos encontrar en cítricos, fresas, tomates, brócoli, nabos, patatas, papaya, mango, melón, col de Bruselas, coliflor, repollo, pimientos rojos, frambuesas, arándanos, piña y escaramujo (de donde se suele extraer para la producción de preparados naturales).

Beneficios de la vitamina C

Contrariamente a la mayoría de los animales, los humanos no pueden producir su propia vitamina C. Al participar la vitamina C en mas de 300 funciones corporales, la vida misma depende de su reposición diaria. Su función prioritaria es el mantenimiento del colágeno, una proteína necesaria para la formación de la piel, los ligamentos, los huesos y los dientes, y para el fortalecimiento de las paredes de los vasos sanguíneos. Altas cantidades de vitamina C son esenciales para el metabolismo de los leucocitos, los cuales son componentes vitales de sistema inmune.

Además, la vitamina C juega un papel importante en la absorción del hierro, necesario para la formación de los glóbulos rojos en la sangre. También actúa en la utilización del ácido fólico, una de las vitaminas del complejo B.

Acontece que la mayor parte de la vitamina C de la dieta es destruida durante la preparación de los alimentos, más que cualquier otro nutriente, y que el cuerpo no almacena la vitamina C y tiende a expulsar las cantidades exvendentes.

Tipos de vitamina C

Existen distintas formas de presentación de la vitamina C:

Ácido ascórbico

Es una forma de vitamina C cuyo pH es de 2.1 a 2.6. en altas dosis puede ocasionar molestias tales como irritación digestiva y diarrea e incluso aumentar la formación de cálculos renales en personas con tendencia a dicha patología.

Ascorbato cálcico

Tiene un carácter ácido (pH de 5 a 7), pero está suavizado por la presencia de calcio.

Ester-C

Consiste en la precipitación del ascorbato cálcico sin utilizar disolventes como la acetona o el alcohol. El método de extracción utilizado se basa en el uso de agua depurada, a través de la cual se obtienen una serie de matabolitos (ácido L-treónico, ácido L-lixónico y ácido L-xilónico), que son sustancias bioquímicamente iguales a las sustancias producida por nuestro propio organismo como resultado del procesamiento hepático de la vitamina C ingerida.

Se ha demostrado que dichos metabolitos son la clave para aumentar los niveles de vitamina C en la sangre y en los tejidos. Asimismo, se ha detectado que el nivel de ácido ascórbico en los leucocitos es cuatro veces mayor con la suplementación con el Ester-C que cuando se ingiere la vitamina C ácida. Además el Ester-C tiene un pH de 7, es rápido y que su permanencia en el organismo sea el doble que la del ácido ascórbico ya que es excretado de forma más lenta.

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